“To shoot an elephant” es
un relato sobre un testigo presencial en la Franja de Gaza. El 27 de
diciembre de 2008, la Operación “Cast lead” (Plomo Fundido) estuvo
disparando a elefantes durante 21 días. Imágenes urgentes, insomnes,
escalofriantes y sucias de los únicos extranjeros que decidieron y
consiguieron permanecer, empotrados en las ambulancias de la Franja de
Gaza, al lado de la población civil palestina.
“La
Franja de Gaza vive en estado de asedio desde junio de 2007, cuando
Israel la declaró una “entidad enemiga”. Un grupo de activistas
internacionales impulsó un movimiento, “Free Gaza”, que tiene como
objetivo romper ese asedio. Gracias a sus esfuerzos, y a pesar de la
prohibición impuesta por Israel a todos los corresponsales y
trabajadores de ayuda humanitaria extranjeros de cubrir y ser testigos
directos de la “Operación Plomo Fundido”, un grupo de voluntarios
internacionales, miembros auto-organizados del International Solidarity
Movement, estuvieron presentes en Gaza el 27 de diciembre, en el momento
justo en que comenzaron los bombardeos. Junto a dos corresponsales
internacionales de Al Jazeera International, Ayman Mohyeldin y Sherine
Tadros, ellos fueron los únicos extranjeros que consiguieron escribir,
filmar e informar para varios medios de comunicación sobre lo que estaba
sucediendo dentro de la asediada franja palestina.”
¿Eran
periodistas? ¿Eran activistas? ¡A quién le importa! Ellos se
convirtieron en testigos. Ser periodista o ser cualquier cosa depende de
cómo tú lo sientas. Es una responsabilidad ética que te lleva a
compartir con un público más amplio lo que está pasando a tu alrededor.
Será el resultado de tu trabajo lo que te conducirá (o no) a una carrera
como periodista, no las pre-suposiciones o las etiquetas. Haz que se
enteren. Haz que los que tú quieres que escuchen, escuchen y sean
conscientes de lo que tú estás siendo consciente.
Esto es ser
periodista. Para ser testigo, con una cámara o un lápiz, no es necesario
tener un sueldo o una tarjeta que ponga “PRESS”. Olvidad la
neutralidad, olvidad la objetividad.
No somos palestinos. No somos
israelitas. No somos imparciales. Sólo tratamos de ser honestos y contar
lo que hemos visto y lo que sabemos. Soy periodista. Si alguien me
escucha, soy periodista. En el caso de Gaza, ningún “periodista oficial”
tenía autorización ese 27 de diciembre para entrar (excepto los que ya
estaban dentro), por lo que nos convertimos en los únicos testigos, con
todas las responsabilidades que eso conlleva.
Yo
siempre he entendido el periodismo como “una mano encendiendo la luz en
una habitación oscura”. El periodista es una persona curiosa, un
interrogador desagradable, una cámara y un lápiz rebelde que hacen
sentir incómodos a los que están en el poder. Ésta es la esencia de mi
trabajo en Gaza, cumplir un deber en el conflicto más narrado de la
Tierra, donde, sin embargo, nunca será contada la historia del asedio y
del castigo colectivo que Israel está imponiendo a toda la población en
respuesta a los cohetes lanzados por Hamas. Por ello, debía ser vivido
tal como fue. Entré sigilosamente en Gaza, a pesar de los intentos de
Israel por impedirlo. Los que están en el poder en Gaza nos “pidieron
cortésmente” que nos fuésemos. Mi idea del periodismo es eso. Cada
gobierno del mundo debería sentirse nervioso cuando alguien va por ahí,
con una cámara o un lápiz, dispuesto a publicar lo que consiga entender.
Y todo ello por el bien de la información, uno de los más grandes
pilares de la democracia.
Esto es
una película de “periodismo empotrado”. Decidimos “empotrarnos” dentro
de las ambulancias, abriendo un diálogo imaginario con aquellos
periodistas que se empotran dentro de las ejércitos. Todo el mundo es
libre de elegir desde qué lado quiere informar.
Pero, en muchas
ocasiones, las decisiones no son imparciales. Decidimos que los civiles
que trabajan en el rescate de los heridos nos dan una perspectiva mucho
más honesta de la situación que para quienes su trabajo es disparar,
herir y matar. Preferimos médicos en vez de soldados. Preferimos la
valentía de aquellos rescatadores desarmados a aquellos que se alistan y
que tienen experiencias tal vez interesantes, pero moralmente
rechazables.
Es una cuestión de enfoque. A mí no me interesan los
miedos, traumas y contradicciones de aquellos que pueden elegir quedarse
en casa y decir no a la guerra.
Alberto Arce
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(unir las 2 partes con FileSplitter and Joiner)
Página oficial: http://toshootanelephant.com/es
Pueden complementar lo acaecido con el documental “EL FINAL DE SIÓN” acerca de los verdaderos hechos acaecidos, la madrugada del 31/05/2010, en el barco turco Marvi Marmara, el cual se dirigía con ayuda humanitaria, a la PRISIÓN MAS GRANDE DEL MUNDO, a GAZA. Éste fue asaltado, en aguas internacionales, por tropas de élite israelíes. Durante el transcurso de la operación se ejecutó (si,
ha leído bien, se ejecutó) a un total de 9 tripulantes, sin contar con
los muertos adicionales y heridos derivados del asalto inicial (mas de
50), con granadas de fragmentación. Una lista negra había sido preparada de antemano por los israelíes, mostrando los nombres y fotos de personas a bordo para que fueran ASESINADOS.
Como bien reza el título del artículo, los judíos son los mayores genocidas del mundo, ahora y siempre. Son creadores del capitalismo y el comunismo (entre
otras cosas), los cuales han segado millones de vidas en pro de los
intereses económicos, racistas, eugenistas y supremacistas judíos. Los
crímenes del “capitalismo” son mas presentes debido a la cercanía de
guerras como la de Irak, Irán, Afganistán, etc, es por ello que se
recomienda ver el siguiente vídeo de los genocidios o mejor dicho,
verdaderos HOLOCAUSTOS (no como el holocuento judío) cometidos por la otra creación judía, el “comunismo”. Ambas formas expandidas mediante los JESUITAS, su otra gran creación, tras la que parapetarse tal y como pueden comprobar en el artículo “ALBERTO RUIZ-GALLARDÓN: REFORZANDO EL NUEVO ORDEN MUNDIAL”.
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El comunismo, creación JUDÍA, a lo largo de su historia (desde 1917) ha ASESINADO A 100.000.000 DE SERES HUMANOS NO JUDÍOS, GENTILES, GOYIM O GANADO COMO NOS LLAMAN HABITUAL Y DESPECTIVAMENTE.
Visite las secciones “LA FARSA DEL HOLOCAUSTO JUDÍO” y “LA MENTIRA DEL HOLOCAUSTO JUDÍO” para mas información.
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