En un caso simulado ya en varios guiones cinematográficos, en donde un personaje del futuro viaja a nuestro presente para impedir un suceso o la construcción de un artefacto que terminará por destruir al planeta, se ha reportado el arresto de Eloi Cole, un hombre que clama venir del futuro para salvar a la humanidad. Su misión es clara: sabotear el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) para evitar la eventual destrucción del mundo.
Recientemente el LHC ocupó los titulares tras lograr la colisión de partículas a una velocidad récord. Eloi Cole fue detenido mientras intentaba sabotear parte del proceso del LHC. Al ser cuestionado, en primera instancia reveló que buscaba combustible para operar su máquina del tiempo. Posteriormente confesó su misión de detener las labores del LHC y así prevenir la futura destrucción planetaria.
Pero la historia continúa. Resulta que Cole fue arrestado y trasladado a un hospital mental en Ginebra. Sin embargo, a las pocas horas de haber sido ingresado se desvaneció misteriosamente sin dejar rastro alguno, lo cual ha desconcertado profundamente a las autoridades.
El Gran Colisionador de Hadrones (crisol de la conciencia tecnofuturista), considerado como la máquina más costosa y más potente creada jamás por el ser humano, tiene el fin de recrear las condiciones originales en las que nuestro universo se creó para revelar algunos de los enigmas milenarios que han motivado siglos de trabajo científico y reflexión. Sin embargo, hay quienes aseguran que quizá la psique colectiva, incluso la de los más avanzados investigadores, aún no esta preparada para recibir algunas de las respuestas que el LHC tiene para nosotros. Ello nos recuerda a la ecuación evolucionista de los ensayos sobre neuropolítica del Dr. Tim Leary, en los que se plantea la extensión indefinida de la vida humana como máxima meta de la ciencia, pero para ello se recalcan dos requisitos indispensables: la migración espacial en busca de expandir nuestro hábitat y, en especial, la elevación de la conciencia-inteligencia del ser humano para ser capaz de acceder a estos nuevos portales de la evolución.
Anteriormente ya se había planteado la posibilidad de intentos futuristas de sabotaje al Gran Colisionador de Hadrones, como una posible explicación a la sistemática mala suerte que ha tenido el proyecto a lo largo de sus dos años de vida. ¿Qué fuerzas buscan impedir el correcto funcionamiento de esta máquina cuasidivina? ¿Realmente podrían estar pujando desde el futuro para detener su activación? Y en caso de que así fuera, ¿es esta una intención protectora o un sabotaje contra la expansión de la conciencia cósmica de una raza humana todavía primitiva?
Parece como si Dios, consciente de que al descubrir las reglas del juego universal este mágico juego terminará para todos, buscara extender el misterio en torno a la arquitectura original del tablero y mantener así el pulso narrativo del universo y de la conciencia: del juego cósmico. Seguramente el mainstream media y las versiones oficiales sepultarán esta historia como un caso más de la aislada psicosis de un individuo, –y es que, más allá de que sea un tributo parte del “día de los tontos”, es dificil leer este tipo de notas sin que se detonen en nosotros las neuroconexiones específicas para cuestionarnos los pilares de nuestra desgastada realidad racional. Una sonrisa que nos hace cuestionar la construcción de este programa de realidad.
via IT Grunts
Más información en The Daily Galaxy
Fuente: http://pijamasurf.com/2010/06/arrestan-a-hombre-del-futuro-en-suiza-dentro-del-gran-colisionador-de-hadrones/
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El Gran Colisionador de Hadrones y su búsqueda de la Partícula de Dios podría estar siendo saboteado desde el Futuro.
Reconocidos físicos especulan que la mala suerte de la máquina más cara jamás construida (el LHC) podría ser un efecto del futuro en el presente: el universo (o Dios) saboteando la creación del bosón de Higgs para asegurar su destino y guardar sus secretos… la paradoja de Deus ex Machina.
La máquina más cara y potente jamás construida, que busca recrear las condiciones iniciales del universo para posiblemente arrojar una teoría física del todo, podría estar siendo saboteada desde el futuro. Como si dios o el universo no dejara jugar a ser él, guardando los secretos del Big-Bang, como un escritor de misterio que no revela el final de su historia.
Aunque esto podría sonar como una disparatada teoría de ciencia ficción o conspiración, ha sido propuesta por dos de los físicos más reconocidos de la comunidad científica, Holger Bech Nielsen y Masao Ninomiya. Teniendo en cuenta que, por alguna razón (técnica o metafísica), el ambicioso proyecto del Gran Colisionador de Hadrones ha enfrentado una serie de extrañas vicisitudes que han postergado su activación.
Según especulan estos físicos en sus ensayos “Test of Effect From Future in Large Hadron Collider: a Proposal” y “Search for Future Influence From LHC”, publicados en arXiv.org, producir el bosón de Higgs podría ser una abominación a la naturaleza tal que su creación (deus ex machina) generaría una ola retroactiva desde el futuro que detendría al colisionador antes de que pudiera crear la llamada “partícula de dios”, como un viajero que regresa en el tiempo para matar a su abuelo: el universo impide robar el fuego de Prometeo porque si esto sucediera, estallaría (o dejaría de tener sentido el juego de escondidillas cósmicas que llamamos evolución).
En la física actual las leyes del universo son reversibles, así que en teoría el futuro podría afectar el presente y el pasado. Dean Radin y el Global Consciousness Project han realizado experimentos donde el futuro parece haber influido en el presente y proponen modelos científicos para explicar esto.
“Tendría que ser nuestra predicción que todas las máquinas capaces de producir el bosón de Higgs deberían de tener mala suerte”, comentó al NY Times el Dr. Nielsen. “Casi se podría decir que tenemos un modelo de Dios… y Él odia las partículas de Higgs, y trata de evitarlas”.
Esto también podría explicar por qué el Supercolisionador Superconductivo, diseñado para generar el bosón de Higgs, fue cancelado en Estados Unidos después de que ya se habían invertido miles de millones de dólares o por qué la suerte del gran Colisionador de Hadrones del CERN parece estar saboteando su funcionamiento: iba a ser activado hace más de un año pero fallas de último minuto postergaron su activación, la cual luego fue retrasada otra vez hasta que se supone entraría en acción este diciembre.
Por otra parte hace unos días la policía francesa arrestó a un físico que trabajaba en el Colisionador por supuestos vínculos con Al-Qaeda, algo que recuerda a la película “Ángeles y Demonios”, donde el CERN y el Gran Colisionador fueron infiltrados por organizaciones político-criminales como los Iluminati (quienes en la película roban antimateria del CERN).
El Dr. Nielsen y el Dr. Ninomiya han propuesto un juego de azar para detectar mala suerte del futuro para el proyecto del CERN. De obtenerse un resultado sumamente improbable, algo como que el Gran Colisionador obtenga la única espada en un juego de 1000 diamantes, esto significaría que la máquina no funcionaría o sólo funcionaría a niveles muy bajos de energía.
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) tiene un costo de alrededor de 9 mil millones de dólares, compartido por cerca de 100 países y empleando a 10,000 científicos desde su concepción hace 15 años. El LHC permitiría colisiones de haces de protones a velocidades próximas a la de la luz las cuales generarían concentraciones de energía similares a las que ocurrieron en la primera trillonesíma de segundo posterior a la creación del universo.
Cuando sea activado, se cree que el Colisionador producirá el especral bosón Higgs, conocido como la “partícula de Dios”, el cual amalgamaría, como un eslabón perdido, el Modelo Estandár de la física (acercándose a una Teoría Unificada o TOE Theory of Everything) y podría explicar cómo otras partículas elementales adquieren propiedades como la masa, para así empezar a desentrañar el hermetismo de la “masa oscura” (dark matter) que permea el universo.
El bosón de Higg es conocido como “la partícula de dios” un poco por la divinidad del error: un físico quería titular su libro sobre esta partícula “The Goddamn Particle”, debido a lo problemático y ratonero que resultaba el boson Higgs, pero su editorial no se lo permitió y de ahí surgió la “God Particle” ( partícula de Dios).
El CERN y su “Big Bang Machine” incluso ha sido demandado por la especulación de que podría generar un hoyo negro que destruya el planeta y hasta el universo, sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es mínima y las acusaciones han sido desestimadas.
Vía New York Times
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