¿Cuánto tiempo hay que descansar? ¿Qué se puede hacer para dormir
mejor? Una guía completa que promete llevarte al más allá, reseñó losandes.com.ar
Una conexión con el más allá, el lugar donde habita el inconsciente,
el hermano de la muerte y el hijo de la noche, un lenguaje propio del
hombre y el alma en estado puro. El sueño generó miles de
interpretaciones a lo largo de la historia humana. No es para menos: una
persona duerme la tercera parte de su vida. ¿Puro descanso y pereza?
Nada de eso, el sueño es un momento de actividad intensa. Tan
fundamental como comer o respirar.
¿Cuánto hay que dormir? ¿Es tan frecuente el insomnio? ¿Pasa lo mismo
con los niños que con los ancianos? Enrique Barimboim, médico
neumonólogo, especialista en Medicina del Sueño reveló varios aspectos.
Uno fundamental: se abusa del psicofármaco por desconocimiento.
“Vemos un terrible e indiscriminado uso de los psicofármacos lo cual
no está bien, porque la droga hace que la persona duerma más horas pero
la calidad del sueño es mala. El insomnio es una patología muy
frecuente”, aseguró y aclaró que es más común que la persona crea que
es insomne cuando en realidad duerme la cantidad de horas requeridas.
Es que (en general) no está muy claro cuánto debe dormir una persona
para ser considerada saludable y por qué es vital este descanso. Edad
por edad, aquí va la guía del sueño:
Recién nacido. Un bebé de horas, semanas o meses
representa un gran desafío para los padres que intentan conciliar el
sueño entre llantos y demandas. ¿Por qué el niño no duerme? ¿Está
enfermo? ¿Está empachado? ¿Lo miraron demasiado? ¿Qué le pasa?
Absolutamente nada.
La doctora Gladys Convertini disertó en el Congreso Argentino de
Pediatría. Su charla se llamó “El sueño en la infancia: su implicancia
en el desarrollo”. Así esta experta aclaró que en las primeras semanas
de vida el niño duerme por períodos de entre 3 ó 4 horas. Ya en el
segundo mes el despertar nocturno se va terminando hasta que, a los 3
meses, el 71 por ciento de los niños llegan a descansar toda la noche.
Una cifra que se eleva al 90 por ciento para los pequeños de 9 meses.
Parece que al nacer el tema del sueño no está del todo claro. Enrique
Barimboim explicó que el sueño varía según la edad. Y que el ritmo
circadiano se logra recién a partir del año. Es decir que un bebé
comprenderá la diferencia entre el sueño y la vigilia cuando tenga 12
meses. Antes, los padres sólo pueden resistir.
Durante esta etapa el niño deberá dormir hasta 18 horas. Con el paso del tiempo este lapso se puede reducir a 14 horas.
Niños. El sueño es vital durante toda la infancia.
Barimboim resaltó que durante los momentos de descanso se segrega la
hormona del crecimiento. Es decir que el desarrollo depende de este
momento tan crucial.
El Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC)
de Estados Unidos detalló la cantidad de horas que debe descansar un
niño de determinada edad. Sus datos: de 12 a 18 meses necesitan entre
13 y 15 horas, de 18 meses a 3 años necesitan entre 12 y 14 horas y de 3
a 5 años de edad necesitan entre 11 y 13 horas.
¿Qué sucede cuando los niños no descansan lo debido? Las
consecuencias son muchas. La doctora
Convertini las clasificó. Un
listado que realmente asusta. Los niños que no descansan bien pueden
sufrir: cambios de humor, irritabilidad, fatiga, dificultades de
concentración y desorientación, distorsiones perceptuales,
alucinaciones visuales, micro sueños diurnos que lo harán pasible de
cometer errores y omisiones, hiperactividad, pérdida de la atención.
Más: ralentización cognitiva, declinación de la velocidad de cálculo,
dificultades en la memoria y el aprendizaje, menor logro académico
(hasta un 20% de los niños pueden perder un año escolar), aumento de la
prevalencia de accidentes tanto del niño que no duerme como de sus
padres, temblores en las manos, menor umbral para las convulsiones y
apneas; entre otras consecuencias.
Otro detalle. Barimboim explicó que la siesta es recomendable en los
pequeños de hasta 8 años como un momento fundamental para seguir
creciendo.
Adolescentes. El sueño se complejiza. El adolescente
duerme más de día que de noche. Incluso en
horarios poco comunes. En
esta etapa el descanso es fundamental. Incluso una investigación
realizada sobre 280 adolescentes varones y 112 mujeres de Michigan
reveló que los jóvenes con problemas de descanso eran más propensos a
cometer un suicidio.
Los adolescentes deben dormir nueve horas aproximadamente. Hay
estudios que explican cómo se modifica el reloj biológico en esta edad.
“Estos estudios han permitido constatar que durante la adolescencia el
ritmo circadiano de nuestro cuerpo (una especie de reloj biológico
interno) experimenta un reajuste temporal, indicándoles a los jóvenes
que se duerman y se despierten más tarde.
Este cambio en el ritmo circadiano parece deberse al hecho de que la
melatonina, una hormona del cerebro, se produce más tarde por la noche
en los adolescentes en comparación con los niños y los adultos. Esto
puede dificultar que los adolescentes concilien el sueño temprano por
las noches”, aclaró la Organización Nemours, experta en temas sobre
salud y fundada en 1936.
Adultos. Enrique Barimboim relató con claridad lo
que sucede en esta edad. Un momento en el que muchos creen sufrir
insomnio cuando en realidad sólo descansan menos porque así lo exige su
cuerpo.
“Fisiológicamente las horas del sueño disminuyen desde que la persona
nace hasta los mayores. Un recién nacido debe dormir 18 horas en
cambio el adulto mayor debe dormir un promedio de seis horas. En la
edad adulta el promedio está entre siete y ocho horas”, aseguró el
experto de Mendoza.
“Hay muchos procesos fisiológicos que se producen en la noche por
ejemplo la hormona del crecimiento, que se segrega en las horas del
sueño. En cambio el adulto no necesita eso. Todos tenemos un ritmo que
se llama circadiano, que cubre las etapas de vigilia que se aumentan con
el correr de los años. Es lo normal”, finalizó.
Por: http://www.lapatilla.com/
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