lunes, 28 de octubre de 2013

El primer hombre biónico ya está entre nosotros.

© Smithsonian Channel/Difusión

En 1976, el escritor Isaac Asimov escribió El Hombre Bicentenario, un relato acerca de un robot de forma humanoide que de a poco asimila como propio el mundo de los humanos hasta llegar al punto de desear ser reconocido como uno de ellos.

En la adaptación cinematográfica homónima -presentada en 1999 y protagonizada por Robin Williams-, se describen todas las aventuras de este particular ser para lograr su cometido, incluyendo un proceso quirúrgico donde reemplaza sus sistemas electrónicos por órganos artificiales, incorpora piel, ojos y hasta un corazón para ser más humano y lograr el reconocimiento de la sociedad. Hoy, 37 años después de la obra de Asimov, la realidad alcanza a la ciencia ficción con la presentación al mundo de Frank, (cuyo nombre original es Rex) el primer hombre biónico.


© Smithsonian Channel/Difusión

Comparable con Frankenstein, del que los científicos tomaron su nombre, Frank está compuesto por 28 piezas diferentes de prótesis. Para sus brazos, éstas fueron desarrolladas por Touch Bionics, empresa que creó una de las manos biónicas más avanzadas del mundo y cuyo portador es Bertolt Meyer, un psicólogo social de la Universidad de Zurich. Esta mano posee gran capacidad de agarre, giro de muñeca y motores independientes por cada uno de sus dedos.


Sus piernas se componen de tobillos y pies robóticos creados por BiOM en Bedford, Massachusetts, y diseñados por el bioingeniero Hugh Herr del Media Lab en el Instituto de Tecnología (MIT). Sin embargo, para poder caminar, Frank utiliza un exoesqueleto llamado Rex, que fue creado por Rex Bionics, de Nueva Zelanda.


© Smithsonian Channel/Difusión

Pero caminar y asir cosas no es lo único que Frank puede hacer. Su sistema incluye un conjunto de órganos artificiales como un corazón, pulmones y tráquea, páncreas, el bazo, riñones y todo un sistema circulatorio funcional con sangre artificial. Además, cuenta con prótesis retinal que le permite ver; implantes cocleares que le ayudan a escuchar; y un sistema de reconocimiento de voz y reproducción del habla.

Para que Frank fuera capaz de articular palabra, los ingenieros lo equiparon con un programa de chat sofisticado que le permite mantener una conversación con una persona. Lo único de lo que carece este hombre biónico es de un estómago, un hígado, intestinos y cerebro, ya que son órganos muy difíciles de replicar.

Por último, su rostro también está hecho a partir de una prótesis, pero lejos de parecerse a un exterminador, Frank tiene un fuerte parecido a Meyer, ya que él fue la inspiración para crear este robot de un millón de dólares. Increíble, ¿no?


La presentación del hombre biónico realizada en la ComiCon de Nueva York en Estados Unidos despierta algunos cuestionamientos de índole éticos y filosóficos a su alrededor. Al igual que en El Hombre Bicentenario, surgen nuevas preguntas sobre qué significa ser humano y qué tan lejos puede el hombre llegar para mejorar su cuerpo y prolongar su vida la mayor cantidad de tiempo posible. El hombre biónico estará en exhibición en el Museo Nacional Smithsoniano de Aire y Espacio en Washington.


Fuente: http://noticias.tudiscovery.com/el-primer-hombre-binico-ya-est-entre-nosotros/



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