sábado, 7 de junio de 2014

Medidores de actividad física ¿peligro para la privacidad?

Cada vez vemos más usuarios de medidores de actividad física, contadores de pasos y gadgets enfocados a la salud. Sin embargo, ¿qué sucede con los datos que acumulan? ¿Acaso esta clase de dispositivos son un grave riesgo para tu privacidad? 



Si hay algo que se ha puesto muy de moda en el mercado de la electrónica de consumo son los medidores de actividad física; esos dispositivos pequeños que podemos llevar en el bolsillo o en la muñeca como un brazalete para que se dedique a contar nuestros pasos, contabilizar nuestras horas de sueño e incluso medir nuestro ritmo cardíaco, y más. 

¿Qué hacen las empresas responsables de estos dispositivos con la información que acumulan de los usuarios? 

Algunos de estos medidores de actividad como el Fitbit o la Nike Fuelband se han convertido en uno de los "accesorios" favoritos para los jóvenes amantes de la tecnología en movilidad. Vemos personas en la calle hablando con alguien usando un smartphone y una reluciente banda de estas en su muñeca, que va contando los pasos que da y las calorías que quema al atravesar el parque, o ir de su casa a la oficina. 

Pero todos estos datos e información que acumulan los servidores de estos dispositivos con el paso de los días, semanas, meses o hasta años, no son de nuestra propiedad, se los estamos cediendo a una compañía para que, sí, nos informe al respecto de nuestra salud, pero también pueda hacer lo que le de la gana con ellos

Es así como ha comenzado a surgir un cierto recelo por parte de expertos y analistas en privacidad y confidencialidad al respecto de estos dispositivos, y sobre todo, qué hace o qué puede hacer la compañía que los produce con los datos que acumula de nosotros, datos tan íntimos como cuántas horas dormimos al día. 

Y la respuesta, así suene paranoica, es: cualquier cosa que deseen



Además de los diferentes medidores de actividad física que existen en el mercado, más importante es ver cómo el software dedicado a esta actividad, a la salud, se ha ido multiplicando y ahora llega de forma nativa en las plataformas móviles más populares en el mundo. Samsung en sus Galaxy cuenta con la suya propia, Apple se unió a la moda durante la WWDC 2014 con una suite para la salud llamada Health, por solo mencionar dos de los más grandes ejemplos. 

En el caso de la de Apple, por ejemplo, sirve de centro único para gestionar nuestro medidor de actividad de manera nativa, la de Samsung se sincroniza con el Gear Fit o incluso con las posibilidades del móvil para medir nuestra actividad. Poco a poco, llegará un momento en que todo dispositivo móvil contará con una función afín a la salud

En plena era en la que la información es el negocio más rentable, no es descabellado pensar que estos datos son muy valiosos 

Y la idea me parece maravillosa, la verdad. Conocer y controlar de manera óptima mis actividades físicas (o falta de ellas) de la mano del cacharro que me acompaña en todo momento en mi bolsillo es una idea genial, el problema está en que estos datos no solo están a nuestra disposición, sino de la empresa responsable

Allí nace el miedo de un editor de The Guardian quien plantea una idea que podría sonar descabellada, "conspiranoica", pero bastante posible: ya sabemos que las empresas como Google viven de nuestros datos, de conocernos para vendernos lo más acorde a nosotros. La información sobre los usuarios es muy valiosa, y nada quita que las empresas de medición de actividad también le saquen provecho a los datos a nivel comercial. 

Dar acceso a una enorme base de datos de usuarios y su actividad (o inactividad) física al detalle a una empresa, digamos, de seguros médicos, podría cambiar la percepción de esta hacia el cliente. Repito, suena descabellado, pero posible, la información es un negocio muy jugoso desde siempre, pero se ha afianzado especialmente en esta época en la que voluntariamente todos la regalamos. 

Las condiciones de privacidad y términos de uso de estas empresas son bastante amplias y engorrosas, intentando ser detalladas, pero la verdad, siempre están sujetas a cambios sin previo aviso. Quizás, como usuario, confiaríamos más en estas empresas si al menos fuera posible acceder a su propia base de datos, pero no lo es. Tu puedes ver tu actividad en la pantalla del móvil, pero no descargar todo tu registro del tiempo que tienes con el dispositivo. Curioso e irónico, tomando en cuenta que son tus datos, es tu actividad, tus pasos y las horas que tu has dormido. ¿Por qué entonces no puedes acceder a ello? Quizás por una suma de dinero sí, allí está el riesgo.





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