Casi mil años antes que las
civilizaciones contemporáneas de su época, los mayas dominaban un
sistema numérico binario exponencial, (el mismo que utiliza la
naturaleza, en la división de las células) con base en el número 2,
contando de a 20. Ya 500 años antes de los árabes, utilizaban el
concepto del 0, y su calendario que sincroniza al sol, la luna y la
tierra con el universo, es más exacto que el que utilizamos actualmente.
Es más, sus medidas astronómicas probaron ser tan exactas, que
comparándolas con las medidas tomadas por la NASA (Centro aeroespacial
estadounidense) son apenas diferentes en milésimas de segundo; por
ejemplo: Según los mayas, la rotación completa de la tierra alrededor
del sol es de 365,2420; mientras que la NASA lo mide en 365,2422. Estos
increíbles astrónomos midieron incluso la rotación de nuestro sistema
solar en la galaxia, lo que corresponde a 25.625 años. ¡ Ellos fueron
capaces de medir una rotación estelar de 25.000 años! Sin embargo, lo
más importante que han dejado los mayas, han sido sus avisos a la
humanidad futura.Los mayas nos dicen que desde el centro de la galaxia,
cada 5.125 años, surge un "rayo sincronizador", que justamente
sincroniza al sol y a todos los planetas, con una poderosa emanación
de energía. En la rotación completa del sistema solar en la galaxia,
ellos hacían una división de dicha elipse en dos, con una fracción cada
una de 12.812 años, llamando a la fracción más cercana al centro de la
galaxia, Día, y a la parte más alejada del centro; Noche, tal cual se
divide en día y noche en la Tierra. A su vez, dicha elipse era partida
en cinco períodos de 5.125 años: los cuales eran: Mañana, Mediodía,
Tarde, Atardecer y Noche. Según los mayas, justamente en nuestro nuevo
milenio, estaremos ingresando en la mañana galáctica, y es marcada por
el rayo sincronizador desde el centro. Ahora bien, en el año 1998, la
NASA descubrió que desde el centro de la galaxia, comenzó a emitirse
enormes cantidades de energía... ¿mera coincidencia? Los mayas nos dicen
que el período intermedio al traspaso, dura 20 años, y ellos lo llaman
"El tiempo del No-Tiempo", en donde ocurren grandes cambios. Es allí
cuando debemos ser capaces de transformarnos, puesto que será nuestra
decisión seguir como humanidad o perecer en nuestra autodestrucción.
Esta transformación implica algo tan profundo como la elección de
evolucionar. Energéticamente, concientemente, completamente. Los datos
científicos recopilados en estos años respaldan esto. Veamos cómo: --En
septiembre de 1994, todas las línea magnéticas terrestres sufrieron
disturbios, disminuyendo y moviéndose; lo cual ocasionó que muchas
ballenas encallaran, y pájaros en migración se perdieran. Incluso en los
aeropuertos, debieron reimprimirse mapas, y los aviones debieron
aterrizar manualmente. ---En 1996, Soho, el satélite enviado a estudiar
al sol, descubrió que nuestra estrella ya no tenía polo norte y/o sur,
se había convertido en un solo campo magnético, las polaridades se
homogeneizaron. ---En el mismo año, se produjo un "bamboleo" magnético
que ocasionó que nuestro Polo Sur, en un solo día, se moviera 17º de su
posición, comportándose erráticamente. ---En el 97, ocurrieron grandes
tormentas magnéticas provenientes del sol, que incluso destruyeron
satélites orbitando la Tierra. -Según las mediciones comparadas, la
tierra se ha acelerado y ha perdido gran parte de su energía magnética,
ya que en 1996, teníamos 4 Gaus, y en 1999, había disminuido a 1.5 Gaus.
La aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre se demuestra en
que en 1997, la frecuencia era de 7.8 Hz, mientras que en 1999 se elevó a
11.5 Hz.
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